CITA TECNOLÓGICA

¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es ésta: simplemente porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.
Albert Einstein

viernes, 3 de febrero de 2012

OBSESIÓN POR LAS ESTADÍSTICAS

De nuevo estos días nos están bombardeando, una vez más, con datos estadísticos catastróficos sobre la Educación en España, el famoso informe PISA y sucedáneos suyos.
Por lo que a mí respecta, ya está bien de tantas estadísticas, sobre todo porque la histeria que crean, principalmente en nuestra clase política, se traduce en consecuencias muy negativas para nuestro sistema educativo. Me explico.
El problema radica en que quien interpreta estas estadísticas y toma decisiones al respecto es el ministro, el consejero o el asesor de turno, que son políticos, no profesores, y cuya obsesión es simplemente arreglar una cifra, un porcentaje, lo más pronto posible. ¡Como sea!. Un pensamiento totalmente a corto plazo, el plazo de las siguientes elecciones.
Así, ese político toma decisiones que buscan modificar un porcentaje, sin atender a las causas que lo producen, y sin tener en cuenta los efectos educativos que esa medida va a tener, para muestra lo que se ha venido haciendo en los últimos años:
1º: Relajar las condiciones para pasar de curso, incluyendo la promoción automática, que solo lleva a que los alumnos pasen “artificialmente” de curso con un desfase educativo cada vez mayor y sin posibilidades de reengancharse.
2º: Crear vías alternativas (Diversificación, PCPI,..) para que esos alumnos a los que se les pasa de curso terminen obteniendo un título, para ellos lo más importante, pues es un alumno que termina la ESO, sin pararse a pensar en lo que hay detrás de ese título, o en la injusticia que se comete con los alumnos que terminan la ESO por la vía ordinaria, con gran trabajo y mayor nivel, pero que terminan teniendo el mismo título que otros que solo hay tenido que alcanzar un nivel bastante menor (el caso del PCPI es especialmente indignante).
Si alguien familiarizado con el campo de la enseñanza, y con verdadera inquietud por mejorarlo, leyese estas estadísticas intentaría atajar las causas que producen esos datos más que el dato en sí mismo, y las medidas que tomase tendrían efecto solo a medio y largo plazo, pero sería un efecto positivo y perdurable en el tiempo. Haría un razonamiento del tipo:
1º: No todos los alumnos pueden estudiar Bachillerato, ni Ciclos, ni siquiera todos pueden terminar la ESO. La tan renombrada diversidad. También hay trabajos poco cualificados y perfectamente dignos que necesitan personal, al que no tendría sentido exigirle un nivel alto de estudios.
2º: Si quiero corregir el fracaso escolar habrá que actuar sobre los alumnos mejorando la disciplina en los centros, sobre las familias otorgando autoridad a los profesores, sobre los profesores, exigiéndoles profesionalidad y preparación, y sobre la legislación, haciéndola práctica y coherente. Y eso lleva tiempo y voluntad.
3º: A veces para corregir un problema hay que ser políticamente incorrecto y tomar medidas que en teoría irían en la dirección contraria. Reconocer que existen los alumnos insalvables, que simplemente NO QUIEREN, que son obligados a permanecer junto al resto hasta los 16 años y cuya única aportación se basa en perder el tiempo e interferir en el trabajo de profesores y compañeros. Facilitándoles una vía diferente y separada del resto no aumentamos el fracaso escolar, pues van a fracasar igual, y tal vez salvemos a alguno de los otros alumnos que con su presencia se van a ser arrastrados a ese fracaso.
Pero para eso hay que querer arreglar la educación, no una estadística.

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