Sí.
Cobro un sueldo razonablemente bueno y estable. Aunque lo de estable era más bien antes, ya que últimamente he
sufrido varias bajadas en el mismo, y esa uniformidad en el sueldo tiene
también su parte negativa, pues en los años de bonanza, en los que otros
profesionales vieron duplicados o triplicados sus ingresos, yo seguí ganando
prácticamente lo mismo.
Sí, es
un sueldo aceptable, aunque no me va
a permitir ser millonario. Además todo mi dinero es A. Yo no puedo reducir
artificialmente mi nómina, o no cobrar el IVA, eso que nadie hace. Y lo que
gano me lo he ganado, porque si tenemos en cuenta el largo, caro y tortuoso
camino que he seguido hasta alcanzar mi puesto de trabajo actual (bachillerato,
carrera universitaria, oposiciones y algunos años destinado en lugares alejados de casa), hasta
se podría considerar un sueldo proporcionalmente bajo. Sí, sí, repito. BAJO.
Sí. Este
año nos “seguimos apañando” a pesar de que muchos antiguos compañeros estén en
el paro, y de que nuestras plantillas se hayan visto reducidas fuertemente en
todos los centros. Aunque esto es
cierto si aceptamos por “apañarnos” el que en cada clase haya un profesor
atendiendo a los alumnos, pasando por alto otros “detalles” sin importancia
como que tengamos que atender a más alumnos a la vez, que haya muchos menos
apoyos, o que la atención a grupos
concretos y especiales de alumnos sea mucho más precaria.
Sí. Hay
compañeros que seguramente habrán faltado a su trabajo sin motivo, obteniendo
bajas médicas injustificadas. Aunque yo
nunca lo he hecho, y soy el primero que pediría que se les castigue. Sin
embargo ahora no tengo derecho a ponerme enfermo sin perder el sueldo, de
manera que me han metido en el saco de los que sí que defraudan, por si acaso.
Sí.
Trabajo solamente por las mañanas. Aunque
ciertamente no es así, ya que, aunque mucha gente parezca no quererlo entender,
mi trabajo se compone de muchas otras tareas aparte de dar clase, muchas de
ellas que se suelen hacer en casa. Por otra parte, es curioso que cuando otras
personas se quejan de este tema lo hagan no pretendiendo mejorar sus
condiciones laborales, aspirando a un horario que les permita conciliar mejor
su vida familiar y laboral, sino simplemente deseando que empeoremos los demás,
igualándonos a peor.
Sí.
Tengo unas buenas vacaciones. Aunque
mi trabajo va ligado al de los alumnos, por lo que mientras que a alguien no se
le ocurra la feliz idea de que ellos hagan un curso de once meses al año, lo
lógico es que nosotros sigamos su calendario. Por otra parte, con el clima que
tenemos aquí, meternos unas treinta personas en un aula un quince de julio a
mediodía sería considerado en muchos lugares como tortura.
Sí. Soy
profesor y me gusta mi trabajo. Aunque
en este condenado país, mientras que se sigan contando verdades a medias
continuaré siendo un sospechoso habitual.
Como compañera de trabajo te felicito por el análisis completo de los distintos ámbitos de nuestra profesión, tan claros para nosotros y desconocidos para el resto de la Humanidad.
ResponderEliminarComo compañera de fatigas me siento orgullosa de mi supermarido escritor, ea.