CITA TECNOLÓGICA

¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es ésta: simplemente porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.
Albert Einstein

martes, 22 de diciembre de 2009

AGORA, UNA BUENA OPCION PARA LAS NAVIDADES

Me he llevado una grata sorpresa al ver Ágora, la última película de Alejandro Amenábar. Haber leído o escuchado algunas frías criticas me habían predispuesto negativamente sobre ella. Esto seguramente contribuyo a que al acudir a verla con unas expectativas no demasiado optimistas saliese del cine especialmente satisfecho.

Amenábar vuelve a bordarlo, como ha hecho hasta la fecha sin excepción en su corta pero espectacular filmografía. Sin extenderme demasiado valoro especialmente su originalidad y atrevimiento, en primer lugar para dar una nueva vuelta de tuerca en su currículo al acudir a un género que no había trabajado anteriormente, el de las películas históricas, tan raro en el cine español (si exceptuamos las relativas a la Guerra Civil). En segundo lugar su atrevimiento se convierte en osadía y casi locura al elegir como protagonista de su historia a ¡UNA CIENTIFICA! y destinar parte de la película a que Hypatia nos ilustre con reflexiones sobre curvas cónicas o teorías sobre orbitas planetarias. ¡A quien se le ocurre en los tiempos que corren! Tal vez ese sea el motivo de que el recibimiento de esta película este siendo más frio que el de las anteriores, al resultar para mucha gente más complicado conectar con un personaje que en vez de hablar de sexo, drogas o violencia lo hace de astronomía o libertad de pensamiento.

En los tiempos que corren este director renuncia a casi todos los estereotipos que inundan las películas españolas y nos traslada a una ciudad mítica, Alejandría, para contarnos una historia de pasiones (científicas entre otras) y crueldades; de personajes grises, no blancos o negros, construyendo un alegato contra la intolerancia y el radicalismo. Únicamente no se resiste a, según la tendencia general, transmitir un concepto negativo del cristianismo, aunque es cierto que su crítica a los extremismos se puede interpretar de forma general.

Nada más, recomiendo que si se va a ir al cine, entre las típicas películas navideñas, las enésimas partes de la saga de turno o la españolada del momento, se elija Ágora. Es una de esas películas de las que “algo queda” cuando salimos del cine. No defraudara.


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